lunes, 7 de mayo de 2007

Hechos

En pocas palabras:

Tenía un contrato en el Hospital de Cabueñes a tiempo parcial por aumento de actividad en el servicio de Urgencias. Resulta que durante mi baja maternal se ha consolidado ese puesto a un contrato a tiempo completo sin fecha fin (como un indefinido, pero sin serlo, ya os podeis imaginar: para acabarlo cuando les de la gana).

Cuando me reincorporo no doy crédito al comprobar que en vez de tener el mismo contrato que mi compañera, que no ha causado baja, me han pasado a plantilla volante (algo así como chica pa'tó) y que el contrato lo tiene quien era mi sustituta... increíble ... kafkiano del todo.

Voy a que me lo expliquen (jefe de personal) y más o menos me dicen que vaya a juicio, que ya saben que está mal, pero que solo se podía hacer eso bla, bla, bla... que seguramente lo ganaría (!!!!!!)

Total, al sindicato con los brazos en jarras. No sabían nada, pero se enteran. Que está mal, que es ilegal y que tal, que presente alegaciones a la mesa de contratación (donde se reunen una vez al mes sindicatos y jefes para ver las contrataciones presentes y futuras). La abogada del sindicato redacta este escrito y espero a que me respondan ... sigo esperando... ZZZZZ ... sigo esperando...

A todo esto me entero (un hospital no es un convento y hablamos entre nosotros/as) que de las tres personas que teníamos el contrato original con cada una han hecho una cosa diferente (y ¿quién tiene la llave de los psicotrópicos?):

  • Enfermera A : no estaba de baja en el momento del cambio de contrato : se lo cambian al bueno y ya.
  • Enfermera B : estaba de baja (relacionada con embarazo, aunque no maternal) : hacen renunciar a su sutituta al bueno y queda en suspenso para ella hasta que se reincorpore de baja maternal (¿?)
  • Enfermera C : YO : me cambian sin mi conocimiento ni consentimiento de enfermera con perfil de urgencias (postgrado mediante) a chica para todo (refuerzo donde les dé la gana, literalmente) y le dan a mi sustituta ese contrato mejor (¿alguien me odia?)

La mesa de contratación y la dirección del hospital callaos y sin mirarme a la cara.

La dirección del SESPA y el Consejero de Salud mirándome sí, pero como si yo fuera una hormiga y ellos un oso hormiguero.

Por eso y hasta el final: ¡A las barricadas!

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